Juan Carlos Loustau

Creció entre los silbatazos de su padre, Juan Carlos Loustau, Pichi para el mundo del arbitraje, en la década del "80 y "90. De ahí la vocación para Patricio Hernán Loustau, quien a sus 42 años dirigirá el partido más importante de su vida profesional cuando el próximo miércoles esté en el Malvinas Argentinas para la Supercopa Argentina entre Boca y River, que apenas por segunda vez en la historia definirán un título mano a mano. De ahí, la trascendencia de su presencia para impartir justicia y el hecho casi inédito de un árbitro brindar una conferencia de prensa previa a un encuentro, como ocurrió ayer en el Predio de la AFA en Ezeiza acompañado por Horacio Elizondo, la autoridad máxima en el país dentro del arbitraje. A menos de una semana del partido, habló de sus objetivos y de cuál sería su intención luego de la final tan esperada.

Loustau tendrá su sexto superclásico en la vecina provincia y llega designado "a dedo" por la confianza de Elizondo y el aval de los presidente de la AFA (Claudio Tapia), más los de ambos clubes: Daniel Angelici (Boca) y Rodolfo D"Onofrío (River).

"Hay que entender que esto es un deporte, el más lindo del mundo, y tiene que llegar hasta ahí. Es una contienda deportiva disputada con lealtad. De chico dije que mi sueño era dirigir Boca-River. Voy a cumplir un sueño por sexta vez. Desde que tengo uso de razón que critican a los árbitros. Entra dentro de la generalidad", destacó Loustau quien agregó "la intención tanto mía como de todos los jueces que me acompañarán será pasar desapercibidos, si lo hacemos, habremos cumplido bien nuestro trabajo".

Con 9 años como árbitro de Primera de la AFA y 7 en el ámbito internacional, este publicista sabe que este superclásico puede marcarlo en su vida deportiva. "No termino de entender por qué se pretende que seamos perfectos. Tampoco la tecnología lo resolverá del todo. El que no hace nada, no se equivoca. El árbitro convive más con el acierto que con el error, pero podés cobrar nueve bien y se acordarán de la que estuvo mal", aseveró ayer, al tiempo que destacó que "las prácticas con los otros seis árbitros que estaremos en el partido las haremos desde el lunes. Nos conocemos con todos y pienso que la reunión que hubo entre los presidentes, donde se decidió mi nombre como árbitro principal, fue muy fructífera".

"Orgulloso de integrar el tercer equipo que habrá en la cancha: un equipo de 6 árbitros".
PATRICIO LOUSTAU  -  Árbitro

Luego que en sus dos últimos partidos tuviera flojas labores, Loustau se encamina a un Boca-River muy especial, donde cumplirá si nadie recuerda que él fue el árbitro.

La seguridad, otra clave

Tanto o más que el arbitraje, en este Boca-River del miércoles uno de los focos de atención estará puesta en la seguridad. Es que en el Malvinas Argentinas estarán las dos parcialidades, por lo que habrá un estadio partido al medio con 21.000 fanáticos de cada equipo por lado. Está previsto un operativo de seguridad con 1.100 efectivos de la provincia mendocina, más 200 de la habitual seguridad privada que hay en los estadios. Además, se implementará el derecho de admisión y el funcionamiento del sistema "Tribuna Segura" en cada acceso al estadio.