La tarde soñada del debutante arquero Matías Ibáñez fue clave ayer para que Olimpo conserve ante Quilmes el 1-0 que le aseguró la permanencia en la Primera División y determinó el descenso de los Cerveceros.

En el Estadio Centenario y por la última fecha del torneo Clausura, el zurdo creativo Martín Rolle quedará en las estadísticas como el autor del gol de la salvación de los bahienses por ese acierto clave en la red a los 8 minutos del primer tiempo. Pero el héroe fue Ibáñez, porque debido a una lesión de Laureano Tombolini, a los 28 minutos de la etapa inicial, tuvo que saltar al campo de juego para atajar por primera vez en la categoría principal de la AFA, a los 24 años, y lo hizo de un modo impecable. Fue inexpugnable.

Sostuvo en la segunda parte los embates de Quilmes y, a su equipo entre los grandes. El dolor de los Cerveceros fue agudo, porque no les alcanzó con la gran remotada desde la asunción de Ricardo Caruso Lombardi y ayer en caso de imponerse hubieran asegurado su lugar en la máxima división. Por lo tanto, Ibáñez, quien surgió en las inferiores de Vélez Sarsfield y para Olimpo ya había jugado en la B Nacional, vivió intensamente el que será un día imborrable para su memoria.

El primer tiempo fue muy luchado. A los dos equipos les costó sobremanera jugar por abajo y llevar peligro al área del adversario.
Sobre los 8 minutos Maggiolo habilitó a Rolle con un pase de pecho y el volante definió al palo izquierdo de Tripoli en la única chance que generaron en el primer tiempo. En la segunda etapa el nerviosismo siguió siendo actor principal en el juego, aunque Quilmes ganó en todos los sectores menos en el arco del rival.

El anfitrión se volcó decididamente al ataque y generó gran cantidad de escenas como para convertir, pero se topó con una figura inesperada, ya que Ibáñez fue imbatible, para la algarabía de los aurinegros y el duelo de Quilmes.