El riojano Ramón Díaz, DT más exitoso en la historia de River, agigantó su aura ganadora y sanó las heridas del sufrido pueblo Millonario que, tras un descenso y seis años sin títulos, festejó su 35to título.

A los 54 años, con una versión menos provocadora que en sus dos ciclos anteriores, Díaz se sobrepuso a los vaivenes deportivos, también a los cuestionamientos de su chapa de intocable y coronó un nuevo logro.

Regresó a fines de 2012, diez años después de ser echado por el entonces presidente José María Aguilar, a quien le juró enemistad eterna por no renovarle el contrato tras salir campeón para contratar al chileno Pellegrini.

En su primer torneo completo, el Final 2013, logró un meritorio subcampeonato. El fracaso en el segundo semestre de 2013 fue rotundo. Consciente del desgaste de su imagen, Ramón se propuso en 2014 bajarle el tono a perfil y concentrarse en el armado de un equipo con equilibrio, que reforzó especialmente con la llegada de un intocable como Cavenaghi. La enorme victoria en La Bombonera ante Boca lo fortaleció para la recta final.

Anoche, Ramón Díaz dijo, de manera irónica, que ‘el 80 por ciento del país está contento. Van a ver lo que es la felicidad de la gente ahora. Mucha gente necesitaba disfrutar de ésto. De todos los campeonatos que gané con River, éste fue único porque me costó mucho volver al club. Por eso lo estoy disfrutando como nunca‘.