Una más, ¿y van? Ariel Ortega sigue en un laberinto, por ahora sin salida, debido a su adicción al alcohol. Esto quedó demostrado con la recaída que el Burrito tuvo el pasado viernes en la noche cuando no se concentró junto al resto de sus compañeros para el partido de hoy ante Rosario Central. Esta vez, se habla que el técnico Leonardo Astrada tendría decidido tomar una decisión drástica con el jujeño de 35 años, pero que antes pretende reunirse con el presidente del club, Daniel Passarella, para tener su aprobación.

Esta nueva recaída del Burrito se concretó el viernes por la noche cuando estaba previsto que se concentrara en el Monumental a las 23.30. Aunque el ex jugador de la selección Argentina, quien iba a ser titular ante el Canalla pero que finalmente no irá ni al banco de suplentes, apareció por Núñez recién ayer a las 8.30. Según distintas fuentes del Millonario en un estado más que preocupante debido a su adicción al alcohol. Fue entonces que Astrada decidió que se quedará concentrado en el estadio, pero que no formara parte del equipo hoy.

Desde el entorno del técnico circuló con fuerza el rumor que esta vez Astrada tendría decidido separarlo de plantel. Aunque sabe que no es una tarea simple y por eso se reuniría la próxima semana con Daniel Passarella y de esta forma tomar una determinación de este calibre de común acuerdo.

Después del partido con Banfield en el estreno del torneo, cuentan por Núñez que el Kaiser ingresó al camarín de los derrotados y les dijo: "Esto recién empieza. Sí, les pido a los más grandes un poco más de compromiso". Pero la arenga siguió con Astrada: "Tenés todo mi respaldo y tomá las decisiones que creas conveniente para el equipo. Te apoyo de forma incondicional", resultaron sus palabras y dicen que ese espaldarazo fue en gran medida porque ya Astrada pensaba marginar de la formación titular al Burrito, de pobre rendimiento ante el Taladro y más floja labor aún contra Chacarita, donde incluso se lo notó más que fastidioso. Por ejemplo, le recriminó de mala manera un par de veces a su compañero Diego Barrado, por qué no le pasaba la pelota más rápido.

Con este nuevo conflicto, la vida del último gran ídolo en River vuelve a entrar en una incertidumbre. Y cada vez parece más cercano el mentado retiro.