Buenos Aires, 16 de agosto.- Pocas veces se vio en el fútbol mundial un hecho tan asqueroso como el que le sucedió a Ashley Young, jugador del Manchester United, quien mientras intentaba darle indicaciones a sus compañeros a los gritos, se encontró con la situación menos esperada.
Mientras vociferaba durante un ataque de su rival, al inglés le cayó excremento de un pájaro que justo pasaba por el estadio en el medio de la boca. Para colmo, su equipo terminó cayendo 2 a 1 ante el Swansea por la Champions League.