Hay partidos y partidos. El de anoche de UPCN (ante Gigantes del Sur) fue distinto al del día anterior ante Bolívar. En ese jugó mejor. En el de ayer tuvo altibajos y cayó en pozos de desconcentración. Pero el desenlace fue el mismo, porque en los dos el equipo sanjuanino terminó ganando por 3-1. Al fin y al cabo, en lo numeral y estadístico, al Gremial le cayeron bien esos seis puntos porque ahora quedó sin compañías en la punta de la Liga Argentina de Vóleibol. Y eso no es poco teniendo en cuenta que los de Fabián Armoa tienen la cabeza dividida, porque piensan en el Sudamericano de Brasil.
Y en lo que le rindió aún más al técnico de UPCN es la rotación que logró en este weekend. Porque Armoa, a sabiendas que aún no puede contar con los lesionados Uchikov y Garrocq (ayer se le agregó la ausencia de Filardi, también con una dolencia) le dio rodaje a otros jugadores que seguramente necesitará en Brasil. Es más, ante la incertidumbre del marcador, anoche Armoa, que había mandado a Lazo como titular, lo reemplazó por Vildosola y hasta terminó metiendo en el final a Jacobsen y Guzmán. Y este último, con un gran bloqueo sobre Castellani, le dio el punto definitorio a un partido raro. Cambiante. Que dio un ganador justiciero por el simple hecho de contar con un potencial superior en nombres al visitante. Fue 3-1 con parciales 26/24, 25/20, 24/26 y 27/25. Cifras que dan una lectura de partido parejo.
No largó bien el Gremial. Sufrió imperfecciones en la lucha sobre la red. No fue tan efectivo por las puntas. Entonces Gigantes se dio el gusto de mandar siempre en el tablero. Hasta que entraron en terreno de definiciones y, por la efectividad del búlgaro Aleksiev, UPCN apretó y se llevó el set.
El segundo parcial marcó el dominio local, especialmente por el buen trabajo que hicieron por el centro Krsmanovic y Ramos (los mejores de la noche). El tercero fue al revés porque el local se quedó sin final. Y el cuarto, parejo siempre, se definió por peso de potencial y por la mano de Armoa en meter los cambios justos. Al final fue “palo y a la bolsa”…