El fracaso de la selección francesa, vicecampeona en el 2006, se volvió un asunto de Estado. Anteayer, el presidente Nicolas Sarkozy pidió una revisión generalizada del fútbol francés, tras sostener una reunión de Gobierno para discutir el tema. En tanto, la ministra de Deportes Roselyne Bachelot, dijo ayer que "la renuncia del presidente de la federación francesa, Jean Pierre Escalettes, fue inevitable". La delegación llegó ayer a París bajo una fuerte protección policial y Thierry Henry visitó al presidente en los Campos Eliseos.
