136 días después que la bandera a cuadros coronó al alemán Maximilian Schachaman en la París-Niza, volvió ayer el ciclismo del pelotón World Tour (Fórmula 1 del pedal) y quien se impuso en la primera etapa de la 42 Vuelta a Burgos fue el austríaco de las tres "s" en su apellido: Félix Grossschartner. Una y otra carrera, separadas por el parate obligado por la pandemia del coronavirus, finalizaron con un ganador de la misma camiseta, el equipo alemán BORA-hansgroe.

El austríaco Félix Grossschartner fue el más fuerte del grupo fugado y con un ataque en los últimos 500 metros abrió una brecha.

Barbijos y guantes, distanciamiento social y otras prevenciones se tomaron previo al tramo de 157 kilómetros que unió la Catedral de Burgos con el Mirador del Castillo. En ese tirón sucumbieron las expectativas de los velocistas que fueron sacudidos por los embaladores en cada repecho. De la veintena de ciclistas que abrieron un hueco el más fuerte fue el líder. El argentino Maximiliano Richeze cedió 8m21s. El "Atómico" tendrá acción hoy cuando lance a Gaviria en una llegada al sprint.