River Plate fue a México a no perder y consiguió su objetivo. Planteó un partido inteligente frente al local Tigres y se llevó un empate cerrado (0-0) que le deja la puerta abierta para tratar de aprovechar su localía el miércoles que viene, cuando se juegue la revancha en el Monumental por la final de la Copa Libertadores de América 2015.

El equipo de Gallardo le hizo frente al calor, a la altura y a la desventaja psicológica de aguantar el griterío de la hinchada mexicana que, en el segundo tiempo, empujó a su equipo que no reaccionó.

En el primer tiempo, River dominó estratégicamente el partido. Le cerró los caminos al local cuando quiso atacar por los costados y siempre anticipó a los delanteros que llegaron frontales. Es más, varias veces los defensores Millonarios se pasaron de revoluciones y cometieron infracciones a la vista innecesarias pero estratégicamente efectivas.

Así las cosas, se dieron escasas situaciones de peligro sobre los arcos. La primera fue en favor de River, cuando Guzmán manoteó con lo justo un centro peligroso y la mandó al córner. Y 5’ después un tiro de Mercado encontró una pierna rival en una situación favorable para abrir el marcador.

El primer cuarto de hora lo dominó el equipo argentino. Pero desde ahí en más, el local empezó a adueñarse de la pelota, por ende llevar la iniciativa y crear situaciones peligrosas. A los 18’ Vangioni se equivocó y no despejó una pelota en el área. La perdió y, cuando llegó el centro rival, la rozó descolocando a su arquero. La pelota dio en el travesaño. Apenas dos minutos después, Sobis cabeceó sin marcas y frontal un centro pero encontró a Barovero parado firme. Los locales se molestaron cuando el árbitro permitió que se refrescaran. Y River lo aprovechó. Tanto que Alario casi deja en el camino a Guzmán pero el arquero cortó su carrera al gol. Al final de la primera etapa quedó el mal trago por las lesiones de Viudez y Mora.

En el complemento, las imprecisiones dominaron y el juego fue malo. El local tuvo una clara para marcar pero Damm la desaprovechó. Fue negocio para River, que ahora buscará el título en su casa.