River Plate se bajó de la punta del Clausura, tras empatar sin goles con Argentinos Juniors en el duelo de invictos del torneo, disputado ante unas 50 mil personas en el estadio Monumental de Núñez. Ambos equipos jugaron con un hombre menos desde los 35 minutos del primer tiempo debido a las expulsiones de los defensores Paulo Ferrari, en el local, y Miguel Torren, en la visita, por mutua agresión, determinadas por el árbitro Diego Abal a instancias de su asistente Ricardo Casas.

River, único equipo que no recibió goles en el campeonato, quedó en el segundo puesto con ocho unidades, una por debajo de los nuevos punteros Estudiantes de La Plata -campeón actual- y Racing Club.

En la lucha por el descenso, el conjunto de Juan José López mantuvo la diferencia de nueve puntos respecto de Huracán -ubicado en la primera plaza de promoción- pero Tigre -situado en el escalón superior de los promedios- amplió su ventaja a tres unidades.

Argentinos, de mejor actualidad en la Copa Libertadores (sumó 7 de 9 puntos con dos visitas al exterior), encadenó el cuarto empate consecutivo en el ámbito local.

River transitó del entusiasmo a previsibilidad en el primer tiempo y Argentinos, de un desconcierto inicial a un mayor orden táctico, traducido en incursiones ofensivas de mejor elaboración.

La presencia de Walter Acevedo en el centro del campo y la dinámica de Juan Manuel Díaz por la banda izquierda posicionaron al local como dominador durante el primer cuarto de hora de juego.

Desde entonces, la visita administró la pelota con eficacia, utilizó con inteligencia las dimensiones del campo y el paraguayo Santiago Salcedo concentró las mejores ocasiones. El ex River dispuso de tres chances. La más clara ocurrió a los 41 minutos con un cabezazo desviado cerca del primer palo de Leandro Chichizola cuando ambos equipos ya jugaban con 10 hombres.

Un minuto después, el local respondió con su única producción de ataque antes del descanso, consistente en una buena maniobra de Manuel Lanzini y un remate cruzado de Díaz.

En el segundo tiempo, Salcedo avisó con otro disparo desviado a los 11 minutos y probó a Chichizola a los 17m. para darle continuidad a las características del partido.

Como diferencia, Argentinos -de mayor desgaste físico por su participación simultánea en la Libertadores- se paró unos metros más atrás respecto del primer tiempo con manifiesta intención de contraatacar.

River, con un intrascendente Eric Lamela -reemplazado a los 22 minutos-, no supo capitalizar su posición dominante en el campo, pese al ímpetu de Lanzini, su jugador más lúcido.

El partido, entonces, se consumió en ese escenario, que ni siquiera los cambios (Bordagaray tuvo una clara dentro del área que tapó Navarro) pudieron alterar.