Sufrió más de la cuenta. Más de lo esperado. Jugó mal y, por momentos, estuvo al borde del abismo. Pero River Plate supo aguantar la tormenta final de ataque del Chapecoense brasileño (que igual terminó ganando el partido 2-1) y logró su objetivo de clasificarse a las semifinales de la Copa Sudamericana de fútbol por haber ganado 3-1 en el partido de ida jugado en el Monumental. Sólo por eso sigue. Por ese único gol de diferencia.

Ahora el Millo deberá esperar hasta esta noche para conocer a su rival en semis. Si Independiente Santa Fe de Colombia le gana al Rojo de Avellaneda, los de Gallardo jugarán una llave argentina contra Huracán; si el Rojo sigue en carrera será éste el que enfrente al Globo y River tendrá como rival a Sportivo Luqueño, que ayer eliminó a Atlético Paranaense de Brasil.

Anoche, apenas largó el partido, River estuvo cerca de abrir el marcador pero Pisculichi falló por poco. Y el mismo jugador lo tuvo minutos después en un tiro libre pero su disparo se fue apenas desviado del arco de Danilo. Enfrente, el local gritó de alegría en su primera llegada a fondo. Bruno Rangel, a los 21’, tras un desborde y centro de Dener, y luego de un desvío en la cabeza de Álvarez Balanta, puso en ventaja a Chapecoense, que quedó a un gol de eliminar al Millonario.

Pero el equipo de Gallardo no se volvió loco y muy por el contrario empezó a dividir la pelota en el mediocampo, emparejando el trámite del partido.

Así, el visitante empezó a tener chances. La primera la tuvo Ponzio que, con un zurdazo, obligó a una estirada de Danilo. Y la segunda, ya en tiempo de descuento, significó el único gol de River que a la postre le daría la clasificación. Pisculichi mostró su precisión metiendo un centro al corazón del área local y llegó Sánchez a la carrera para mandarla de cabeza al fondo. El 1-1 le dolió al local que se fue masticando bronca al descanso.

En el complemento, de nuevo el equipo argentino se mostró más incisivo. Tanto que otra vez Pisculichi tuvo una chance pero a su remate lo controló bien Danilo. Hasta que a los 8’, el local nuevamente se puso en ventaja. Maranhão metió un tiro al segundo palo que cabeceó Neto ganándole a la floja marca de Álvarez Balanta. La pelota volvió al medio y Rangel metió su pierna para vencer a un Barovero sin reacción.

Ahí sí River quedó aturdido. Empezó a complicarse y el local estuvo cerca de anotar el tercero.

En lo que quedó fue ataque desesperado del dueño de casa y una defensa cerrada pero con errores de River. Los de Gallardo tuvieron aire para aguantar y lograron la difícil clasificación a semifinales.