Jugó ante Ferro desde el arranque, después que en la semana previa al choque en Caballito el técnico Craviotto lo marginó del equipo a Roberval por problemas disciplinarios. Vió unos minutos más de acción, ingresando desde el banco, en los partidos siguientes contra Aldosivi y Talleres, y luego, chau. Ni titular, ni siquiera al banco. Otto, como diría la popular, lo borró. Con el regreso como técnico del Roly Rodríguez la semana pasada vió el renacer cercano. Y el domingo lo concretó, más allá del empate que sigue dejando lejos a San Martín. Se trata de Leonardo Roda, el nueve que debió esperar siete partidos para estar en el once inicial del Verdinegro y quitarse esa amargura contenida.
"Estaba con bronca por no jugar y no poder demostrar que valgo. Que lo de uno es el sacrificio permanente y las ganas para ser una alternativa para el técnico. Pero sabía que con la llegada del Roly todo cambiaba", contó el cordobés sobre sus sensaciones hace unos días. "Uno sabe que cada técnico tiene sus preferencias y yo tenía claro que en el último tiempo con Craviotto, yo no era uno de ellos. Pero traté de no bajonearme y darle para adelante", explicó.
Roda volvió a ser dupla desde el inicio con Walter Cuevas y así reeditaron la ofensiva del choque en Caballito, cuando el Verdinegro cayó 2-1. Al igual que en ese encuentro, el ex Trinidad no tuvo tanto juego pero igual se mostró conforme con el rendimiento del equipo: "Para nosotros era importante poder demostrar que estábamos con ganas. Mostrar una actitud diferente a la del partido anterior (ante Almagro) y creo que lo conseguimos. Me quedo con eso", remarcó el grandote.
Si bien la actitud suma, el punto en Rafaela sigue dejando lejos al Verdinegro de la chance de pelear al menos por una Promoción. Y Roda lo tiene bien claro: "De a poco se nos van yendo las oportunidades. Pero mientras los números nos den, hay que lucharla. Restan 27 puntos en juego y si ganamos los cinco partidos de local y un par afuera todo puede pasar. Vamos a poner todo para lograrlo", cerró el nueve, ese que en Rafaela volvió a vivir.

