El capitán de Newell’s, Maximiliano Rodríguez, alertó ayer que “todo tiene un límite” y lamentó que “no se puede vivir ni jugar así”, tras el ataque a balazos contra la casa de su abuela, a días del clásico ante Central.

“Esto va más allá de lo futbolístico. Todo tiene un límite. Se pasaron momentos muy feos, dolorosos”, sostuvo Rodríguez en conferencia de prensa, en referencia al ataque a tiros a la casa de su abuela, en la que dos meses atrás habían hecho pintadas amenazantes contra él y otros jugadores de Newell’s. Rodríguez pidió “que se tomen cartas en el asunto, porque hay vidas en juego” y confió que hasta pensó en no jugar el clásico del domingo, pero optó por “seguir hacia adelante”. “Esto pasa la barrera de lo futbolístico. Todo tiene un límite, cuando se pasa esa raya se pierde todo. Una cosa es el folclore, lo lindo que es el partido, la cosa más linda que hay en la ciudad y que sería lindo vivirla de otra manera. A veces a uno le toca ganar y al otro perder. Pero insisto, todo tienen un límite. La otra vez hubo pintadas, ahora esto”, sostuvo Rodríguez. Contó el experimentado volante que situaciones así le “quitan ganas” y hasta “en un momento se te pasa por la cabeza no querer jugar”. Rodríguez agregó que “el folclore tiene que estar en las dos hinchadas, porque es lo más lindo que hay. Pero creo que se está manejando de otra manera, muy mal”.