El australiano Michael Storer (DSM) ganó ayer en solitario de la séptima etapa de la Vuelta a España, disputada entre Gandía y el Balcón de Alicante, de 152 kilómetros, en la que el esloveno Primoz Roglic (Jumbo Visma) mantuvo la malla roja de líder.

Storer, que atacó a 4 kilómetros de meta, entró en solitario con un tiempo de 4h10m12s, aventajó en 22 segundos al español Carlos Verona (Movistar) y en 1m01s minutos al ruso Pavel Sivakov (Ineos), segundo y tercero respectivamente. El grupo de favoritos con Primoz Roglic, Adam Yates, Enric Mas y Egan Bernal cruzó la meta a 3m33s.

Storer parecía muerto, fundido, en la inédita y muy dura subida final pero aguantó, caracoleando en las rampas más duras, para ser el primero en avistar el Balcón de Alicante. A sus 24 años, se anotó su mayor triunfo como profesional.

En el grupo de favoritos, fue el británico Adam Yates (INEOS Grenadiers), quien intentó algún ataque, pero no hubo cohesión y Primoz Roglic (Team Jumbo-Visma) sufrió más por lo justo que salvó el rojo respecto al fugado Felix Grossschartner (BORA) que por los ataques de otros rivales directos.

La jornada estuvo marcada por una caída que obligó el abandono del español Alejandro Valverde, quien marchaba cuarto en la general. El murciano sufrió el accidente mientras bajaba en el Puerto del Collao, a unos 42 km de la meta. Pasó por arriba de la defensa y pudo asirse de la rama de unos árboles para evitar caer al vacío. Se reincorporó,

intentó seguir en carrera, pero a los pocos metros de rodar se bajó de su bicicleta y se retiró.

Esta alternativa truncó las expectativas del equipo "telefónico" que tenía como estrategia atacar al líder, pero modificó sus planes tratando de "salvar" al murciano, que finalmente abandonó. Hoy se disputará la octava etapa, entre Santa Pola y La Manga del Mar Menor, de 173,7 kms.