Una gran victoria de etapa logró ayer Laureano Rosas. El ciclista, jefe de filas del Sindicato de Empleados Públicos y dueño de la camiseta de líder de la 32da. Vuelta Ciclista a San Juan, se adjudicó el esprín masivo que definió el penúltimo capítulo de la carrera y consiguió estirar en diez segundos más la ventaja sobre su inmediato perseguidor, dando un paso importante para lograr la victoria final de la carrera. Tenía 6 de luz sobre Ricardo Escuela antes de comenzar el parcial y esta tarde largará con una renta de 16 segundos, lo que obliga al barrealino no sólo a bonificar, sino también a tratar de llegar con algunos metros de diferencia para desbancarlo.
Si bien la carrera no está terminada, tal cual lo dice el líder (ver nota en página 33) por lo visto ayer, en condiciones normales, será muy difícil bajarlo del escalón más alto del podio. Personalmente, Rosas, está pasando por un gran momento. Colectivamente cuenta con un equipo firme, cuyos compañeros dejan lonjas de su humanidad en cada arranque para cerrar los huecos que puedan producir los ataques rivales.
La etapa de la víspera fue movida de arranque. Escasos fueron los momentos en los que el pelotón marchó a la cabeza de la carrera, porque siempre hubo hombres en fuga. La escalada de la Cuesta de las Vacas hizo trabajar a destajo a los hombres del SEP, tanto que en un momento dado, Rosas había quedado solo arriba con rivales directos como Escuela, Zamora y Richeze. Después, en la bajada, cuando el bonaerense se había defendido bien del ataque de Escuela y Zamora, se acomodaron las cargas y volvió a ser “rodeado” por las camisetas verdes de sus compañeros quienes trataron, en todo momento, de “llevarlo” para que peleara las bonificaciones.
Luego que Emanuel Saldaño (Municipalidad de Rawson) se impusiera en las tres metas de montaña, lo más destacado de la primera mitad de carrera, quedaban dos metas volantes bonificadas, una en el aeropuerto y otra en el inicio del acceso Este. Los segundos de esos esprines intermedios se los repartieron Nicolás Naranjo y Emiliano Ibarra, que pelean por el noveno lugar, quienes iban en fuga con Luciano Montivero, Pedro González y Matías Recabarren.
Como el premio mayor eran los 10 segundos de bonificación para el ganador de la etapa, con los pocitanos de cabeza, el pelotón conectó a los escapados al pisar la Avenida de Circunvalación y en esos últimos 5 kilómetros, apareció Rosas en toda su real dimensión para encabezar las persecuciones por los ataques de Zamora y Escuela y, para además, entrar de cabeza al velódromo y mantener el envión hasta adjudicarse la etapa y meterse la carrera en el bolsillo.