Hace un par de meses, cuando ganó la primera carrera de la temporada, contó que quería ser el primer ciclista en ganar tres Vueltas consecutivas. Con el triunfo de ayer, demostró que está muy bien preparado para hacer realidad su deseo. “Estoy muy feliz porque hoy hicimos una gran carrera”, contó antes de subir al podio para recibir el ramo de rosas y al dinosaurio que desde el año pasado es la mascota de la Vuelta.

Un poco más acá en el tiempo, en la noche del Prólogo, confesó que se siente muy motivado y que aun cuando está muy bien preparado física y mentalmente, no puede evitar la presión. “No voy a mentir, la presión por ganar se siente bastante. Pero después de tantas carreras, creo haberme acostumbrado un poco con ello. No subestimo a nadie, respeto a todos. Sé que para ganar debo superarme a diario”, contó.

Apenas concluyó la etapa de ayer, Laureano Rosas hizo público el agradecimiento a sus compañeros. “Hicieron un gran trabajo. No se guardaron nada”, afirmó. Después explicó que la corrida por Albardón, Angaco y San Martín fue una etapa tranquila porque todos cuidaron sus físicos para el duro ascenso al Colorado. “Queda mucho aún y el ascenso al Colorado puede empezar a definir varias cosas. Por eso tratamos de hacer una carrera inteligente”.

Finalmente cuando la consulta fue directamente a cómo llegaba para la etapa reina, el líder de la Vuelta contesto que en “óptimas” condiciones. “Como yo quería llegar, muy bien en todo aspecto. Muy bien de ánimo, en óptimas condiciones físicas, con el equipo compacto y con muchas ganas de hacer una gran carrera. Espero que tengamos suerte, porque también se necesita”, dijo quien ayer embaló más fuerte que todos y desde hoy lucirá sobre su pecho la malla de líder absoluto.