A mediados de 2015, Rosa Bustos, una sanjuanina que en ese momento tenía 87 años, cumplió uno de sus sueños: reencontrarse con Ángel Di María, el jugador de la Selección al que ella había albergado en su casa cuando sólo era un niño, con quien pudo fundirse en un abrazo. Ahora, la mujer falleció y él deportista la recordó en las redes.

“Gracias por todo Rosita. QEPD”, escribió Di María junto a corazones, sobre una imagen de la abuela.

Rosa Bustos albergó en su hogar a Ángel Di María en 2001, cuando visitó San Juan para disputar el Mundialito de Trinidad con Rosario Central. La mujer era abuela de Facundo Suárez, quien jugaba en la categoría "88 de Trinidad, la misma que recibió a sus pares de Rosario Central. Lucía -la hija de Rosita- coordinaba la Comisión de Damas de Trinidad y su esposo Domingo Suárez, era el coordinador de la Escuelita de Fútbol del León. De allí vino el contacto y por eso la familia Suárez-Bustos los albergó.

"Angelito era mi consentido. Hasta hace unos años teníamos contacto con su familia pero lo perdimos. Lo único que quiero es volver a verlo, aunque sea cinco minutos, no pido más", contó Rosita a DIARIO DE CUYO hace 4 años con el fin de llegar al jugador que estaba a punto de llegar a la provincia para disputar un partido junto a la Selección Argentina.

Finalmente, el reencuentro se produjo en el interior del hotel en el que se hospedó el rosarino. Ambos se abrazaron, charlaron y recordaron viejos tiempos. Ahora, el actual jugador del París Saint-Germain se despidió con cariño.