El argentino Rogelio Rossi vio frustrada ayer la posibilidad de alcanzar la corona crucero de la OMB, al ser noqueado en el quinto round por el serbio, nacionalizado alemán, Marco Huck, pelea disputada en la ciudad alemana de Ludwisburgo, en un estadio con casi 5.000 espectadores.
Rossi (89,600 kilos) recibió un nocaut espectacular por parte del serbio, que después de tenerlo a su merced en el quinto asalto, le asestó un potente directo que se estrelló en su mandíbula y cayó fulminado en la lona.
El árbitro inglés Paul Thomas, al observar la espectacularidad de la caída de Rossi, marcó el final del pleito sin realizar la cuenta dado que el argentino dio con toda su humanidad en el tapiz.
La pelea le fue favorable a Huck (90) prácticamente desde el comienzo. El serbio dejó que el guapo Rossi fuera a buscarlo y contragolpeó con precisión, en especial desde el segundo round, y también marcó el pómulo izquierdo del bonaerense.
En el tercer round, tras dominar las acciones, Huck lanzó una derecha que impactó en la zona alta de Rossi y tras ello recibió un empujón, pero el árbitro le realizó la cuenta de protección sin considerar la falta del serbio.
Cuando finalizaba el cuarto asalto, ambos púgiles estaban trabados en el cuerpo a cuerpo, y después que sonó la campana, Huck le aplicó un derechazo a Rossi y lo mandó a la lona, por lo que el árbitro le descontó dos puntos al serbio en una situación límite para el infractor.
Si Rossi hubiese fingido estar sentido y no se levantaba, el árbitro tendría que haber descalificado al serbio, pero la actitud caballeresca y sin picardía del argentino hizo que Huck mantuviera su corona.

