El ex futbolista Oscar Ruggeri criticó a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) por llevar al Mundial de Sudáfrica, en lugar de jugadores campeones del mundo, a 120 dirigentes, con acompañantes, tras lo cual la entidad respondió que éstos "tienen derecho".

Ruggeri, campeón mundial en México "86 con la selección albiceleste, sostuvo que "no puede ser" que vayan al Mundial 240 personas que "nunca jugaron al fútbol" invitados por la AFA y ninguno de los jugadores de su país que ganaron dos torneos mundiales en 1978 y 1986. "La AFA va a pagar los gastos del Mundial a unos 120 dirigentes. Y con un acompañante cada uno. O sea, van a ir como 240 personas. Y al único campeón del mundo que van a llevar es a Daniel Passarella, porque es presidente del River", comentó el Cabezón por América TV.

La AFA respondió ayer en un comunicado que "los dirigentes del fútbol argentino asistan a un Mundial no es un privilegio, sino un derecho adquirido por dedicarle gran parte de su tiempo a esta actividad". "Nadie invita a nadie. Nadie impone nada. Asistirán por propia decisión en uso de una facultad que le es absolutamente legítima", agrega la nota publicada ayer en la página web de la entidad.

El comunicado indica que "la AFA son sus clubes. Primera deducción: los clubes son sus dirigentes. Primera conclusión: el trabajo de los dirigentes, su esfuerzo, su vocación, su indeclinable pasión, permite que millones de personas disfruten deportiva, social y culturalmente de esas instituciones".

"Estos hombres que le otorgan gran parte de sus vidas y gran parte de la vida de sus familias al fútbol, suelen sentirse injustamente "imputados", si es que una vez cada cuatro años pueden disfrutar del privilegio de asistir a la fiesta máxima que el universo del fútbol ofrece: la Copa del Mundo", mantiene.

Las relaciones entre la AFA y Ruggeri están congeladas desde que la entidad rechazó un pedido del entrenador de la selección Argentina, Diego Maradona, para que el ex defensor de Boca, River, San Lorenzo y Real Madrid, entre otros, formara parte de su grupo de colaboradores. La negativa por parte de Julio Grondona fue por la mala relación con Rafael Savino, hombre ligado al presidente de la AFA y que estuvo como presidente cuando el Cabezón dirigió al Ciclón, desde donde nació la mala relación entre ambos.