Buenos Aires, 2 de febrero.- Estudiantes de La Plata vivió su día más agitado en años. Luego del asalto a punta de pistola que sufrió el arquero Agustín Orión camino al entrenamiento, el director técnico Alejandro Sabella pegó el portazo, enojado con los dirigentes porque no le traían al refuerzo que había pedido y, aparentemente, molesto también por la actitud de algunos jugadores en la práctica desarrollada en el country de City Bell.

Al finalizar el entremiento, el entrenador se reunió con los dirigentes y los referentes del plantel, donde hubo un replanteo del técnico, que al abandonar el country, apenas esbozó: "Di un paso al costado, se lo avisé a los dirigentes y los jugadores. Me tomaré un tiempo para definir si sigo o no. Mañana lo voy a anunciar".

"Pachorra" subió a su camioneta y se retiró del lugar, rodeado de hinchas de Estudiantes que le brindaron todo su apoyo e insultaron a los dirigentes. "...dirigentes, a ver si nos entienden, ustedes están de paso, nosotros estamos siempre...", fue el grito de guerra de los casi cincuenta hinchas "Pincharratas".

Si bien el entrenador no se pronunció al respecto, no tardaron en trascender las causas de tamañaza decisión. Según fuentes del club, el mensaje que bajó "Pachorra" habría sido el siguiente: "Se vendió a Marcos Rojo y la dirigencia dijo que ese dinero estaba destinado a cumplir con las primas adeudadas al plantel desde 2010 más los premios del campeonato obtenido (el Clausura pasado). Entiendo que no traigan a (Ernesto) Farías (el jugador que más pidió), pero tráiganme a un delantero...".

Como el refuerzo nunca llegó, y Sabella tuvo que utilizar a jugadores en posiciones que no eran naturales, cortó por lo sano. Encima, todo sucedió luego de un entrenamiento en el que algunos jugadores se mostraron fastidiosos con el esquema que debió aplicar el DT, un 4-4-2.

Rodrigo Braña y Juan Sebastián Verón, los principales referentes del plantel albirrojo, intentaron detener al conductor del último campeón del fútbol argentino. "No nos podés dejar en este momento, más allá de las diferencias", habrían sido las palabras de "La Bruja". Pero no hubo caso. La decisión ya estaba tomada.