Se hizo hincha de Del Bono de adolescente. Los colores de su infancia eran los de El Globo. A los 20 años era gerente de la aceitera Del Bono y ante el pedido de apoyar al club se fue haciendo hincha de la entidad, cuya subcomisión de ciclismo le dedicó la presente edición de la Doble Calingasta. “Estoy muy agradecido y disfruto de todas las actividades del club”, contó este hombre que desde hace 18 años tiene su empresa familiar (Aceitunas Saiz) y que según cuenta “hace cuatro años nací de nuevo”, porque le pusieron tres by pass y un stent. “La vorágine en que uno vive te lleva a un desorden que luego pasa factura”, contó el empresario.

Cuando se trata de hablar de Del Bono se emociona al recordar nombres propios, como los de Dino Cerda, Sergio Cajas y Raúl Anzor, figuras bodegueras de los años ’70 y 80. “Dino podría haber jugado en cualquier equipo profesional”, afirma.

Colaborador incansable, “levantamos una tribuna en 15 días”, acota, cuando rememora algunos de los logros deportivos que llevaron consigo al crecimiento. “En las presidencias de Tito Montaña, y Luis Salcedo Garay se consolidó una estructura que nos permite otorgar a nuestros socios la posibilidad de practicar distintas disciplinas”, explicó quien ayer no podía ocultar su satisfacción. “Soy inmensamente feliz, no tengo nada más que decir, simplemente gracias”, culminó