Todo aquel que se interesa por conocer la comida típica del lugar, en Vigo sí o sí tendrá que ir hacia la zona del puerto y elegir alguno de los muchos restaurantes apilados en estrechas callecitas para sentarse a comer frutos de mar. Uno puede sentarse y probar las ostras que orgullosos dicen sentirse los gallegos, que cuestan 6 euros la media docena (unos 33 pesos argentinos). Luego hay raciones (como un plato de entrada en argentina) con pulpos a la gallega, calamares y otros más, a 8 euros (44 pesos). Y por último, los mariscos, que llevan desde almejas y cangrejos, pasando por navajas y mejillones, hasta langostinos y berberones. Un pedido para dos personas cuesta 45 euros (247 pesos). Mejor es no hacer las cuentas, para que no provoquen indigestión los mariscos.