La lluvia que afectó Calingasta la noche del sábado trajo crecientes que cortaron la ruta 12 en varios tramos. Y aunque en vehículos y con precaución se podían cruzar, era arriesgado para los ciclistas largar la carrera en la Villa Calingasta y transitar por esos lugares, tanto por la integridad física como por los costosos materiales. Por eso, el club Del Bono, el organizador, decidió llevar la largada unos 15 kilómetros más adelante, donde ya no había cortes.
Si bien en la noche del sábado ya se conocía la situación, las autoridades de la carrera y las departamentales pensaban que si la máquina vial trabajaba desde temprano se iba a liberar la ruta. Pero eso era imposible por la dimensión de algunos cortes y en el punto de concentración ayer en la mañana, los organizadores anunciaron el cambio. La caravana dejó Calingasta sin el emotivo vía, saltó entre las piedras de los cortes y los desprendimientos del cerro y llegó al punto de inicio, donde los sauces y la brisa de campo invitaban a quedarse.
Así, con 15 kilómetros menos, con media de retraso, la clásica -donde realmente todo pasa- se largó hacia San Juan.

