Luego de la goleada recibida anteayer por 4 a 1 frente a Estudiantes, el entrenador de Boca, Alfio Basile, acelerará el regreso de Juan Román Riquelme, buscando que el enganche pueda solucionar el mal momento que atraviesa el equipo de la ribera. Además, para el superclásico del miércoles ante River, en la ciudad de Mar del Plata, retornará el goleador del equipo, Martín Palermo. Riquelme se lesionó el 28 de octubre cuando Boca le ganó por 3 a 0 a Chacarita Juniors, por el torneo Apertura, y allí sufrió un desgarro en la planta del pie derecho, pero en Tandil realizó la recuperación física y está listo para volver.

Cuando Boca llegó a Tandil, el 4 de enero, la premisa de Riquelme era recuperarse plenamente y jugar alguno de los dos superclásicos del año, aunque la prioridad estaba centrada en el comienzo del torneo Clausura donde Boca enfrentará en la primera fecha a Argentinos Juniors, en La Paternal.

"Yo prefiero perder los cuatro partidos del verano y ganarle a Argentinos Juniors", había dicho Riquelme cuando inició la pretemporada, pero las paupérrimas actuaciones del equipo, sobre todo de la defensa, donde Boca recibió siete goles en dos partidos, obligaron a Basile y a Riquelme a replantar la estrategia de cara al futuro.

Luego del empate agónico que Boca consiguió ante San Lorenzo de Almagro (3 a 3) en el debut del verano, cuando Télam le consultó a Basile, tras un entrenamiento, si Riquelme y Palermo iban a jugar el superclásico, respondió en forma afirmativa.

"Claro, si están bien físicamente van a jugar pero para eso hay que esperar", sentenció en este momento el técnico de Boca.

Ahora, las urgencias por lograr un resultado que revierta la pálida imagen que dejó el equipo en las dos primeras presentaciones, Basile espera que Riquelme lo salve y que Palermo vuelva a ser "el optimista del gol" como alguna vez lo definió Carlos Bianchi.

Entonces, de cara al superclásico, Basile pondrá lo mejor que tiene, sabiendo que una nueva derrota lo pondrá otra vez en el filo de la cornisa.

En tanto, tras su regreso desde Mar del Plata, el plantel boquense permaneció en su reducto de la Posada de los Pájaros, donde los jugadores descansaron y trataron de conciliar el sueño luego del "baile" que le propinó Estudiantes en la goleada por 4-1.