Asueto, feriado autoproclamado para unos. Recreo de unas horas para otros. Una mañana distinta, vacía de gente en las calles céntricas. ¿El motivo? Jugaba Argentina en el mundial. San Juan, paralizado. El único sonido fue el de las 400 personas que estaban en la plaza 25 frente a la pantalla gigante de Telesol. Las escuelas, vacías. Muchos alumnos dijeron: "nos salvamos de una prueba". La mayoría faltó y algunos lo vieron en el curso. En los lugares de trabajo, todos pararon de trabajar a las 8.30 y se sentaron frente a la TV y luego continuaron con su labor. Dentro de las pocas excepciones, una fábrica de zapatos dispuso que el empleado que quería, faltaba. Pero perdía el día de pago. Los que fueron lo escucharon por radio, mientras trabajaban. El Centro Cívico estaba vacío, como si fuera un domingo. En realidad, todos los empleados estaban agrupados en los distintos televisores. Así vivió San Juan el triunfo de Argentina 4-1 sobre Corea del Sur.
En la plaza 25 de Mayo hubo un colorido extraordinario. Todos pintados con los colores celeste y blanco en sus rostros, con banderitas y bombos. Cantando y saltando. Con serpentinas y papelitos incluidos cuando había un gol. Una popular a full, una tribuna a pleno, que luego de la victoria salió a dar la vuelta por la plaza. Después, la gente se desconcentró para retomar rápidamente la rutina.
En las escuelas de 1300 alumnos aproximadamente asistieron sólo 70 de 4 colegios (Normal y Superior Sarmiento, Fray Mamerto Esquiú e Industrial). Claro que después del partido a muchos estudiantes le quedaron pocas ganas de seguir en la escuela.

