Con este marcador, a Vélez le alcanzó para mantener el invicto en el certamen y acomodarse provisoriamente en lo más alto de la clasificación, junto a Godoy Cruz de Mendoza, Colón e Independiente, mientras que San Lorenzo acumuló su tercer encuentro seguido sin marcar goles y envuelto en una crisis futbolística que no se avizoraba cuando empezó el torneo.

Los dos equipos ofrecieron poco, pero dentro de ese contexto de paridad, el visitante lució algo más aplomado.

Sobre todo en los 45 minutos iniciales, cuando Leandro Somoza tomó las riendas en la distribución y Maximiliano Moralez asomaba como el conductor de las ofensivas velezanas.

Pero si el primer tiempo había sido ligeramente abúlico y con escasas aristas para la emoción, el segundo, directamente, fue una suerte de bodrio impresentable. Porque Velez se acomodó mejor en la cancha, le cedió la iniciativa a su rival y prefirió jugar de contra, aunque jamás estuvo cerca de vulnerar a Migliore.