Buenos Aires, 18 de julio.- Los siete grados que marcaban en el Pedro Bidegain eran una clara demostración del frío encuentro que protagonizaron Estudiantes y San Lorenzo. Tal vez, por el simple hecho de que no haya sido un compromiso por los puntos, el ritmo fue muy pausado y el nivel muy por debajo de lo esperado.
La primera situación de riesgo se dio gracias a un tiro libre ejecutado por Alan Ruiz. La falta de juego colectivo llevó a que el volante tome la pelota a unos treinta metros de Rulli y con una exquisita pegada hizo rozar el travesaño platense. Esa parecía ser la fórmula para romper el score.
Con el transcurrir de los minutos el cotejo fue tomando color. Una gran jugada conformada por Luna y Román Martínez pudo derivar en el primer gol del partido, pero el entusiasmo se formó cuando Martín Cauteruccio demostró su esencia goleadora al estrellar la pelota en el ángulo superior izquierdo del arquero del “Pincha”. El gesto técnico del delantero fue una alternativa para mover el marcador.
En el complemento la fórmula no se modificó y la esencia polar seguía presente en el Nuevo Gasómetro. Tuvieron que pasar quince minutos para que el mejor jugador de la cancha tome la pelota, deje un hombre en el camino y dispare al arco. Gracias al intrépido Alan Ruiz el “Ciclón” comenzaba a soplar en Boedo. Naturalmente, el desvío en Ernesto Goñi dejó sin chances a Gerónimo Rulli y le permitió a los conducidos por Juan Antonio Pizzi pasar al frente con un gol muy poco estético.
El dominio del partido lo tenía San Lorenzo y, con mayor dominio de la pelota, se fue quedando con un duelo que de no ser por la perla de Leandro Navarro, no hubiese valido la pena abonar una entrada. El excelente tiro libre ejecutado por el juvenil, fue una obra magnífica para liquidar el choque. Con un arquero totalmente tapado y una barrera superpoblada, el volante la “colgó de un ángulo” para marcar el 2 a 0. Con mayor margen en el resultado, Juan Antonio Pizzi se mostraba más tranquilo para comenzar a realizar las modificaciones finales para disminuir el ritmo del encuentro.
La mala de la jornada llegó cuando Mauro Cetto debió abandonar el campo de juego por una fuerte lesión en uno de sus tobillos. Más allá de haber terminado con diez jugadores, el problema principal se basa en la gravedad del golpe. Si bien es muy prematuro dar un pronóstico, difícilmente el defensor llegue al partido del domingo con Boca, dado que tendrá que tener una buena recuperación para el comienzo del Torneo Inicial.