"¿Quién come más? ¡¡¡Uhhh!!! Sin dudas, el Flaco Sánchez. No se cómo hace ese muchacho para digerir tanto que traga". "Los viejitos siempre se quejan que algo falta. Esta vez fue el hielo". "¿Qué corte me gusta más? La punta de espalda, aunque me parece que el asador se deja los mejores pedazos para su casa". Frases del tercer tiempo del habitual asado de San Martín en la previa de un partido en Concepción. Ese que se convirtió desde antes de largar esta temporada en un ritual y, aunque muchos lo niegan con grabador encendido, otros reconocen en off que se convirtió en una cábala. Ayer, en la previa del ‘partido del semestre’ ante Unión (mañana, 20 horas), se repitió una vez más. Y como para no hacer algo indebido en la previa, ante el pedido de levantar las copas para brindar, más de un uno tiró un inapelable "no, eso no".

"Es algo importante y suma para unir más al grupo. Sirve para distraerte un poco y pasar un lindo momento", contó Mariano Torresi, uno de los que habitualmente hace una evaluación por la parrilla antes que se sirva la comida. El mendocino contó que esta experiencia se vive casi con exclusividad en Argentina, pues cuando él jugó en México y Chipre no la realizó.

Los asados se hacen debajo de la platea este. Entre jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, degustan los kilos de punta de espalda, costillas, chorizos y morcillas que prepara el empleado del club Raúl Teruel, más conocido como ‘el Colorado’.

"Diría que la carne de acá es más rica que la de Paraguay", se animó en la comparación Líder Mármol, quien en la encuesta de los más degustadores quedó detrás de su compañero de zaga. Aunque alguno por lo bajo tiró un filoso "a Mármol le cabe mucho porque lo mete en la cabeza".

"Los asados siempre fueron una constante en San Martín. Pero hacerlos seguido no va de la mano con que el equipo ande bien en la tabla. Con decir que hace unos años, cuando peleábamos por no ir a la Promoción, habían asados cada dos días", recordó el tesorero del club, Adolfo Antuña, quien eligió la punta de espalda como su corte preferido.

Se viene el duro Unión. Y en San Martín lo esperan con la panza llena y el ritual cumplido.