El equipo no había tenido luz en la cancha. Parecía que la salvación se había vestido con la camiseta de Luis Tonelotto, que en su cumpleaños número 32, acertó en la primera que tuvo y puso a San Martín arriba por 1-0 ante Defensa y Justicia. Parecía que era el momento de la resurrección pero se apagaron las luces en Concepción y llegó la oscuridad total después de 22 minutos de espera. Lo que vino después fue amargura para el Verdinegro porque a los 45′ del segundo tiempo, Jonathan Chávez cabeceó solito al gol para sellar el 1-1 final que en el Pueblo Viejo retumbó como castigo. San Martín no había hecho más que Defensa pero como a esta altura del campeonato, lo que sirve es ganar y no tanto el cómo hacerlo, había premio y esperanza con ese gol de Luis Tonelotto pero el Halcón lo volvió a la realidad con un empate que por ahora no suma pero que en un futuro inmediato tendrá sus consecuencias.
San Martín, con todos los cambios que hizo Quiróz, fue el mismo de la fecha anterior. Errático, impreciso, atado. Así jugó el primer tiempo. Esos 45 minutos que regaló, porque nunca se adueñó del trámite del partido. Defensa le manejó la pelota y le creó un par de situaciones que Corti -de gran debut- resolvió con categoría. Una a Juan Martín y otra, mano a mano, con Patricio Pérez. Del lado rescatable, lo mejorcito de esa primera parte en Concepción pasó por el atrevimiento del pibe Narváez, que se dio el lujo de meter un tiro en el palo y la seguridad en los cierres de Galarza. Poco, muy poco como para aspirar a algo más.
En el complemento, el partido no cambió demasiado. Hasta que a los 13′, Defensa se quedó con un jugador menos por la expulsión de Cardozo. Ahí, San Martín se animó un poco más y pese a no tener demasiados argumentos futbolísticos, fue al frente. Como se lo pedía su gente y como lo necesitaba. Probó con remates de media distancia y tal vez la más clarita estuvo en los pies de Pereyra que obligó al arquero visitante a una tapada en dos tiempos. El gol, el necesitado gol, no llegaba. Quiróz se jugó el resto. Adentro Galiana y adentro, Tonelotto. Y claro, la leyenda se agigantó cuando el Tonegol venció a Perafan casi de atropellada en la primera que tocó. Extasis y delirio en Concepción. Parecía que el gol disimulaba todo el resto pero la realidad castigó duramente. Defensa se le fue encima, lo obligó a acurrucarse contra Corti y a sufrir. Llegó el corte de luz y después de 22 minutos de espera, conjeturas y cabildeos, volvió el juego y San Martín se comió la amargura del empate de Defensa. El 1-1 golpeó mal. Tanto que pese a que todas las torres de iluminación terminaron a full, San Martín quedó en penumbras.