San Martín puso contra las cuerdas a Boca y estuvo muy cerca de quedarse con el triunfo. Hizo un desgastante y prolijo partido para marcar el ritmo del encuentro, anular en el segundo tiempo a los de Arruabarrena y ser el único que propuso y fue en busca de los 3 puntos. Pero fue 1-1, que condenó al Verdinegro y premió al mezquino Boca que se llevó más de lo que mereció.

La echo por el conjunto de Mayor fue una muestra de que San Martín no se achica nunca, y que ante Boca ratificó que su potencial futbolístico esta en alza. Hizo en tremendo juego y los sanjuaninos que pagaron para ver a Boca, terminaron viendo al conjunto de Concepción.

No terminó en noche soñada porque el empate no lo reflejó. Pero en cuanto a propuesta, intención, presión, distribución y rotación fue un partido ideal.

Desde el inicio del partido la tendencia estuvo marcada. A los 4’, Gelabert exigió a Orión de media distancia y un minuto después Gómez envió el centro que Bueno cabeceó por encima del travesaño.

San Martín era más claro con su juego y Boca preciso en sus intenciones. Hasta que a los 9’ la pelota dio en la mano de Gelabert y Osvaldo anotó de penal el gol de Boca. Tanto que hizo decaer el juego verdinegro, mientras del otro lado Lodeiro tomó el timón.

Fue el único bajón de San Martín, que en ese trayecto el “Cata” Díaz reventó el palo con su frentazo, porque después el partido se jugó en el mediocampo y sin un dominador absoluto.

Situación que cambió totalmente desde el inicio del complemento. Mayor redobló la apuesta al sacar a Pelaitay perdiendo marca para ganar con Covea en ataque y todas la acciones fueron sanjuaninas con Boca sólo defendiendo. A los 16’, Bueno remató desviado, luego lo tuvo Bogado. Hasta que llegó al empate a los 20’ con una jugada colectiva perfecta que nació en un lateral defensivo para terminar con Covea asistiendo a Figueroa, quien enganchó en el área y luego punteó la pelota para convertir.

El gol lo potenció y siempre estuvo a tiro del triunfo, erró en la puntada final para ponerle justeza a un partido que mereció ganarlo.