Sin respuestas. Gustavo Villarruel encabeza la dolorosa salida de San Martín tras consumarse el tremendo bofetón que le dio Atlético Tucumán. Un domingo amargo que terminó costándole la salida al entrenador Coyette y que dejó al Verdinegro sin reacciones.

Fue tocar fondo. Fue un salto al abismo y sin paracaídas. Fue olvidarse todo lo bueno con lo que había empezado el año para caer en la confusión. Así San Martín terminó siendo presa fácil de la solidez de un Atlético Tucumán que no le perdonó nada y que lo dejó castigado, sumido en una crisis y sin horizonte. Fue derrota por 3-1 para el Verdinegro que jugó su peor partido de esta Superliga 18/19, hundido en su impotencia, preso de sus dudas y sin respuestas anímicas como para disimular una pobrísima labor que lo sepultó en los promedios y que terminó abortando el ciclo de más de 180 días de Coyette.

Con algunos retoques en los nombres pero no en el modelo, San Martín intentó desde el comienzo hacerse dueño de la pelota y de la iniciativa. Le duró esa postura apenas 10 minutos pero poco a poco fue perdiendo presencia, precisión y movilidad. Así, se fue haciendo lento, previsible y dominable para un Atlético Tucumán que puso en cancha su libreto de orden y concentración para terminar adueñándose del trámite. No sobraron emociones en los primeros 45". Apenas un remate de Mosca desviado, un cabezazo flojito de Palacios Alvarenga y nada más para rescatar. Pero lo peor estaba por venir sería un complemento de terror. Atlético Tucumán vio sentido a San Martín y se decidió a liquidarlo. Lo presionó en una salida en la que los volantes verdinegros solo miraron y trayendo la pelota de izquierda a derecha hasta encontrar vacío a Guillermo Acosta que definió con precisión para poner el 1-0. Iban apenas 6" y San Martín estaba aturdido. Mal parado, confundido empezó a ir por inercia para adelante sin sustento futbolero. Se abrió demasiado y el orden de Atlético le pasaría la factura porque otra vez nació en Mercier la jugada, esperaron a Albeiro y cuando pisó el área, Goitía lo tocó. Penal que Luis Rodríguez aprovechó para poner el 2-0 y sentenciar la historia. Quedaban aún 20 minutos de pesadilla y San Martín fue un alma en pena. Desordenado, golpeado y nocaut se salvó de dos goles hechos que desperdició Barbona hasta que a los 43" Mauro Matos definió una gran maniobra de Alvarez que lo dejó de cara al gol. Era paliza. Alcanzó para el descuento y el primer gol del paraguayo Pablo Palacios Alvarenga que se dio el gusto de festejar por primera vez en la Superliga pero nada mas. No hubo orden, faltó actitud, sobraron errores y San Martín lo terminó pagando muy caro. Una cachetada difícil de asimilar que tendría sus efectos colaterales. El fin de un ciclo que nunca terminó de ser. Quedan 20 partidos en la Superliga y el futuro es pelearle como sea al promedio. Queda tiempo y quedan puntos, pero San Martín no tiene margen de error en ese objetivo si que que quiere salvarse y mantener su plaza en Primera.
 

Protagonistas

RICARDO ZIELINSKI - DT Atlético

"Sabíamos que San Martín iba a ser complicado pero siempre mantuvimos el orden y la concentración para ganarlo con autoridad".

MARCOS GELABERT - San Martín

"Es un momento difícil del que se sale trabajando mucho más. No salieron las cosas como pensamos pero hay que seguir y mejorar en todo".

LUIS RODRÍGUEZ - Atl. Tucumán

"Este grupo necesitaba levantarse del golpe de la Copa ante Gremio. Esperamos ahora ir a Brasil con toda la confianza para clasificar a semifinales".