Los partidos no se merecen, se ganan. Y en este tramo final de la Primera Nacional, el que perdona o duda, se queda con las manos vacías pese a que le sobren méritos. Mucho de eso lo sufrió San Martín que en la fecha 27 de la Zona B, perdió sin merecerlo ante el encumbrado Atlético Güemes en un resultado final más que injusto que terminó por castigar su falta de definición, en especial en ese primer tiempo en el que fue mucho más que el hoy momentáneo líder de la Primera Nacional. El único gol del partido lo marcó Agustín Morales en el inicio del complemento, recién cuando se estaban reacomodando. Luego, ese gol fue más que suficiente para el Gaucho santiagueño que con muy poco, terminó metiendo tres puntos clave en la recta final.

Rodeado. Matías Gimenez intenta presionar en la salida de Güemes, mientras llega Berterame. San Martín no fue menos pero no le alcanzó.

Con enorme personalidad, con el libreto Villalba ajustado al pie de la letra y tratando de ser protagonista, San Martín salió a presionar y sorprendió a Güemes. Dueño de la pelota, a piso siempre y buscando precisión en velocidad, San Martín llegó con peligro a fondo en la primera y a los 6" tuvo la primera gran chance perdida cuando Pablo Ruiz metió un bombazo al segundo palo del arquero Salva. Fue milagro. A los 15", Berterame recibió de Giménez en el área pero no pudo ubicar la pelota en el segundo palo, yéndose apenas desviado su remate. Era más el Verdinegro pero Güemes dio señales de vida en una pelota parada que le bajaron a Romero y Cozzani tapó en gran forma. Y la más clara de todas sería a los 33" cuando Giménez y Berterame demoraron la definición tocando en el área chica hasta que Matías elevó su definición. Ese primer tiempo había sido de San Martín. De principio a fin, pero en el complemento entró dormido y a los 2" Güemes encontró premio y lotería completa porque la llevaron de izquierda a derecha y Morales apareció vacío por la derecha para cruzarle el remate a Cozzani y poner el 1-0 parcial e inmerecido. Hubo reacción en San Martín que después de ese trago amargo, buscó y generó un par de opciones. Primero Ruiz, luego Rescaldani y más tarde Giménez perdieron chances netas como para equilibrar el marcador. Ya con el tiempo en contra, San Martín fue perdiendo lucidez pero aún así nunca resignaría el protagonismo. Güemes movió el banco pero jamas pudo hacerse dueño del trámite ni menos justificar esa ventaja. Apenas una contra que encabezó Romero fue lo más peligroso del Gaucho en ese complemento. Pasó la media hora y Villalba decidió modificaciones. Adentro Nacho González, Franco Aguirre y Mauricio Vera. Ofensivo a full pero con la baja inesperada de la expulsión de Matías Giménez, todo quedó reducido a más ganas que fútbol en el Verdinegro. Y así, con poco, Güemes edificó un triunfo trascendente ante un San Martín que volvió a quedarse con las manos vacías en el peor momento para hacerlo. Así, pensar en algo más para la postemporada parece ser ya una misión imposible. No definió cuando debía, perdonó mucho y se quedó sin nada.