Pasó Santamarina y en San Martín, el golpe anímico y futbolístico de caer otra vez como local impuso otro ambiente. El trabajo de la semana para el cuerpo técnico que encabeza Paulo Ferrari pasó fundamentalmente por recuperar desde lo anímico a sus jugadores y trabajar en la reinvención futbolística de un equipo que no pudo revertir la historia. En ese camino, hoy será día de fútbol matutino para San Martín y de esa práctica formal saldrá la formación definitiva que el domingo jugará ante Almagro, a partir de las 15. Sobran especulaciones y en especial pasan por la línea de volantes donde Cristian Sánchez podría perder su plaza titular, regresando Pablo Ruiz como generador de juego. Además, en la dupla de los volantes centrales podrían haber retoques con el nombre Martín Rivero como posible titular en lugar de Nico Pelaitay o de Maxi González, con otro estilo para moverse en esa zona. En la ofensiva, Ferrari podría renovar crédito para Matías Giménez o jugarse por otro acompañante de entrada para Ezequiel Rescaldani como Lucas Campana. Hoy, en la última práctica quedará definido el esquema, descontando que en defensa no habrían cambios sosteniendo la última línea con Prósperi y Jonas Aguirre por los costados y la zaga de centrales Alvarez-Hernández.

El viaje a Buenos Aires será esta tarde a las 16.30 y ya instalados en el hotel, este sábado se moverán liviano para esperar el choque contra Almagro en José Ingenieros que será dirigido por el árbitro Mariano Negrete. En el historial del torneo, los últimos 5 duelos favorecen a San Martín que suma 3 victorias mientras que los otros 2 encuentros fueron empate.

En Almagro las cosas no están mejor. Viene de perder con Brown de Adrogue y el en el vestuario posderrota, el técnico Fabián Lisa presentó la renuncia, la cual fue aceptada por Julián Romeo, presidente de la institución, pero a pedido de los jugadores el entrenador se quedó una semana más por lo que el choque contra San Martín será más decisivo que nunca. Una fecha clave para encaminar la campaña en un certamen que no perdona errores.