Maxi tiene 11 años, está en quinto grado y en febrero del año pasado fue diagnosticado con una miocarditis aguda, una enfermedad que llegó a su vida de un día para el otro.

Hoy se encuentra en la terapia intensiva del Hospital Italiano de Buenos Aires y en Emergencia Nacional. Maxi es de Córdoba pero viajó junto a su familia a la Capital cuando su caso se volvió más complejo en busca de nuevas esperanzas. Las drogas que los médicos le suministran ya no le hacen efecto según las palabras de su madre, Paula Agliozzo. Y debe sobrevivir hasta que llegue el ansiado corazón.

Paula Agliozzo, es su mamá. Ella nació en San Juan. Su papá se llama Javier Molina. Todos vivían en Córdoba hasta que viajaron a Buenos Aires en octubre y tuvieron que quedarse allí. Maxi ya no se podía trasladar más. “Mi hijo era totalmente sano y de un día para el otro se le presentó esta enfermedad que es una miocarditis aguda aparentemente causada por un virus. Es una inflamación aguda del miocardio que aparece por un virus o una bacteria o causas congénitas. A cualquiera le puede pasar esto. La gente tiene que entender que cuando se muere los órganos no se van al cielo sino que quedan en la tierra para salvar a entre 7 y 10 vidas”, dijo Paula días atrás.


Y siguió: “Se dona corazón, pulmones, hígado, riñones, huesos, corneas, válvulas del corazón… Y en vida se salva a muchas personas donando sangre que permiten realizar trasplantes de médula. En este momento hay 20 chicos que necesitan trasplante cardíaco en el país. Y en el Incucai hay una lista de espera de 11 mil pacientes”. 

Por su parte, el fútbol mostrará su apoyo en la concientización sobre la donación de órganos. Es que este viernes, a las 22, se enfrenta San Martín y River en el Estadio San Juan del Bicentenario. Allí los jugadores desplegarán una pancarta, en apoyo a Maxi, pidiendo un corazón para el niño.