En esta serie tan decisiva de la Copa de Clubes Campeones, todo cuenta. El primer objetivo es ganar, el segundo hacer diferencia y en ese escenario, el vigente campeón Atlético San Miguel de Albardón hizo su negocio en el Polideportivo porque con un gol de Franco Vila, a los 21′ del segundo tiempo, venció 1-0 a Sportivo San Martín de Rodeo, sabiendo que la ventaja es mínima pero que puede ser vital. Con tanto en juego, la primera semifinal entre dos grandes y serios candidatos a la corona fue demasiado pareja. En la primera parte, San Miguel fue el que intentó proponer más desde su ambición pero se fue quedando sin argumentos como para desequlibrar el ordenado planteo iglesiano que no se metió atrás y le achicó espacios. Franovich, clave y vital en los albardoneros, no tuvo libertades para generar juego y asociarse con Héctor Pérez para poder darle profundidad a las intenciones de San Miguel. En el complemento, no cambió demasiado el escenario. San Miguel tratando de ir y San Martín, bien parado, respondiendo con espacios a favor. Pero a los 21′ apareció el desequilibrio del Toti Pérez para llegar al fondo y meter el centro de la muerte para que Franco Vila definiera. Por fin, San Miguel conseguía todo lo que había buscado. Se adelantó San Martín. Mandó a la cancha a Muñoz y empezó a crearle problemas al fondo albardonero. Lo tuvo Michel García, lo tuvo el mismo Chueco Muñoz pero no acertaron. San Miguel se quedó sin resto, se refugió exageradamente atrás y apenas sostuvo esa ventaja mínima que le sirve para la revancha de la semana próxima pero que no le garantiza nada.

En la otra llave, Arbol Verde de Jáchal puso un pie en la final de la Copa al vencer como visitante por 2-1 a Villa Etelvina de Caucete. En cancha de Peñaflor, el Verdolaga jachallero se hizo fuerte y tras empatar sin goles en el primer tiempo, en el complemento mostró su chapa de enorme candidato para ganar por la mínima diferencia y quedar cerca de la final definiendo en Jáchal.