Fue lógico que para la primera final del torneo doméstico el equipo albardonero tuviera más gente en las tribunas. Porque para Sarmiento era la primera vez en un partido que define un título, mientras que para Estudiantil era una más, dado que es un abonado a estas circunstancias.

Desde que ingresaron los equipos marcaron que eran más. Un 80% de las gradas del estadio de la UVT fue de Sarmiento. Toda la popular Este y gran parte del sector Sur. Recibieron a su equipo con papelitos y globos verdes y rojos, además de tres banderas.
El resto fue de Estudiantil, menos, pero fueron los que terminaron festejando con el gol de oro de Guillermo Babick.

No obstante ambas parcialidades debieron esperar 25 minutos más de lo pactado para el inicio ya que la pista estaba regada con azúcar para una mayor adherencia de los patines, pero Estudiantil pidió limpiar todo y por eso todo se retrasó y los nervios en las gradas fue creciendo.

Detrás de uno de los arcos, el del sector Este, un grupo de 30 fanáticos de Sarmiento que llegaron con el juego ya arrancado, colgaron un trapo que rezaba: “Mario Aguero los partidos se ganan en la cancha”, en referencia al duelo de semifinales ante Concepción, orientado por Aguero, que debió definirse a puertas cerradas.

Los de Estudiantil, se comieron las uñas cada vez que sus jugadores no podían marcar. Mientras que del otro lado explotaban con cada intervención en el arco del “Pocho” Svriz, una de las figuras de la noche en Trinidad. Un grito que sonó siempre fue el “Dale Verde…”, que bien le puede caber a los dos.