Diego Schwartzman tuvo un paso fugaz por el Masters 1000 de Miami. El tenista argentino fue derrotado por el estadounidense Reilly Opelka por 6-4, 3-6 y 6-4 en su debut en el torneo disputado en Florida. Tras el partido, el “Peque” no pudo ocultar su enfado por la derrota ante el gigante de 2,14 metros.

“Es muy difícil analizar partidos contra él, Isner o Karlovic, que son partidos muy malos. No hay puntos y, cuando se juega, él hace cualquier cosa porque sabe que después viene su saque de 240 kilómetros por hora”, comentó en diálogo con el Diario La Nación. “Entonces es muy aburrido y muy difícil de analizar”, remarcó Schwartzman que no está teniendo un gran arranque de temporada.

Por este motivo, el Peque fue autocrítico. “Hoy y cuando le gané en Montreal. Mi nivel por momentos fue malo, pero no tengo mucho para reprocharme porque es muy complicado jugar con rivales así que hacen cualquier cosa dentro de la cancha. No es tenis. Es una pena, pero a veces tocan estos partidos y después de dos semanas de entrenarte, que te toque un rival así es una pena. Encima devolví muy bien y le quebré muchas veces. De fondo jugué muy mal y le di chance de tirar cualquier cosa”, arremetió.

El tenista argentino también se refirió a una curiosa interrupción del partido, que molestó al argentino. “Había un reflejo en una ventana del costado del estadio central que está a 300 metros de donde jugamos. A él le molestaba por su altura y paramos diez minutos, en un momento en el que estábamos 3-2, 15-30 con su saque. Y no sé, debe ser una nueva regla que se puede parar cuando a un jugador le molesta algo.

“Yo le dije al juez que entonces, si me molestaba el viento en el game siguiente, le iba a pedir de parar también”, añadió. “No lo entendí, ya había tenido problemas con este juez en Acapulco por algo por lo que después me pidieron disculpas y ahora otra vez una nueva regla”, concluyó Schwartzman que esperaba tener una buena actuación en Miami