Una burbuja hiperbárica, ese es el secreto del cuerpo técnico de la Selección argentina de fútbol para intentar aclimatar a los jugadores de cara al encuentro frente a Bolivia en los 3.650 metros de La Paz, el próximo martes.

Se trata de un dispositivo que saltó a la fama durante la final de la Copa Davis 2011, que España le ganó a la Argentina en Sevilla, porque era utilizado por Rafael Nadal.

¿El objetivo? Simular condiciones de altitud, generando mayor número de glóbulos rojos y regenerando los músculos, además de favorecer la adaptación de las vías respiratorias y la recuperación mental, ya que florece la oxigenación cerebral y hasta facilita que un deportista se relaje física y psíquicamente.

Según diversos datos, la recuperación física de un deportista es más rápida en este espacio libre de bacterias y obtiene la disminución de la tasa de ácido láctico (22%) y de la glicemia (10%).

Con tantas experiencias que se han dado en estos años parece que nadie tiene la fórmula para ganar en la altura y por eso se apeló a la burbuja hiperbárica.