La última representante femenina del tenis argentino en Wimbledon, Gisela Dulko, cayó ayer ante la rusa Nadia Petrova, décima favorita, con lo que se apagó la estrella de una de las tenistas que habían suscitado más interés este año, después de su victoria ante la rusa Maria Sharapova. De esta manera, ya no queda ningún argentino de los 13 que iniciaron su aventura en el césped londinense.

La tigrense aprovechó bien los continuos errores de su rival durante el primer set, pero le dio vida a mediados del segundo y nada más comenzar el tercero al permitirle romper su saque, lo que le hizo ir a remolque el resto de puntos hasta acabar perdiendo por 3-6, 6-3 y 6-4.

La bonaerense, quien afirmó no haber leído nada de lo publicado sobre ella por lo que no se sintió presionada ante las expectativas que había suscitado su buen papel frente a la rusa Sharapova, igual dio batalla y protagonizó un atractivo partido.

Petrova comenzó el partido errática en un primer set en el que no pudo ni siquiera imponerse con su saque -con el que llegó a superar los 190 kilómetros por hora-, lo que le hizo quejarse consigo misma en varias ocasiones de forma ostensible.

La argentina no dio su brazo a torcer y en el tercer cuarto salvó una bola de partido, aunque en el siguiente juego fue incapaz de romper el servicio de su rival, que finalmente se impuso en una hora y 48 minutos de juego.

Pese a la decepción de no poder clasificarse para octavos de final de Wimbledon, Dulko defendió que su juego ha mejorado sensiblemente en los últimos meses. Esta confianza en sus posibilidades se debe a "un cambio de mentalidad", que le permite no salir a la pista sintiéndose inferior en partidos contra rivales que están por encima de ella en la clasificación, algo que hasta hace unos meses sí le ocurría.

De esta manera, y ya sin argentinos en Winbledon, las miradas de todo el tenis nacional ahora está centrada en los cuartos de final de la Copa Davis, con el encuentro que argentinos y checos jugarán en Ostrava a partir del 14 de julio próximo.