San Lorenzo comenzó con el pie izquierdo, jugaba mal y perdía. Pero despertó, tuvo una ráfaga de fútbol y lo dio vuelta para ilusionarse con ser puntero. Pero tanto perdonó el Ciclón, que Gimnasia, a puro corazón, se lo empató sobre la hora y lo dejó sin punta. Podría haber sido 4-1 para San Lorenzo, pero finalmente igualó 2-2 con Gimnasia.
El comienzo del partido fue malo. A ambos equipos les costó acomodarse en la cancha, por eso los primeros minutos fueron puros pelotazos. Pero de a poco Gimnasia comenzó a crecer con mucho fútbol. San Lorenzo estaba quieto, no podía salir ni tener el balón. Aunque el Ciclón tuvo la más clara en los pies de Romeo, que remató apenas desviado.
El Lobo era más y abrió el marcador a los 22′. El arquero Pablo Migliore le entregó corta una pelota a Botinelli, Aued asistió a Vizcarra y el delantero mandó el balón al rincón donde tejen las arañas.
San Lorenzo apostó a lo que pudiera hacer ‘el Rayo’ Menseguez, que de afuera del área casi empata. Sobre el final iba a venir un papelón del árbitro Laverni, que le cobró un penal inexistente a Romero sobre Aureliano Torres. Menseguez no falló y los equipos se fueron al descanso 1-1.
Apenas iniciado el segundo tiempo el uruguayo Pintos metió un gol de otro partido. Desde el vértice del área grande sacó un remate, la pelota hizo una comba rara, se cerró y se clavó en el ángulo. San Lorenzo pasó a ganar y Gimnasia, tocado en su orgullo, reaccionó, pero le faltó eficacia: primero González le tiró una masita a Migliore. Luego, Aued estrelló un tiro libre en el travesaño.
San Lorenzo se replegó demasiado y de contra lo pudo liquidar. Gimnasia le dejó espacios que el Ciclón no supo capitalizar porque Romeo estaba peleado con el arco. Fueron cuatro situaciones netas para sentenciar el partido que tuvo San Lorenzo, pero las dilapidó. Y por eso le dolió más todavía que Maldonado sobre la hora metiera un cabezazo que puso el empate definitivo.