La peor versión de San Martín en lo que va del torneo se dio ayer, justo cuando venía con el envión anímico de ganar el clásico cuyano, con la intensión de poder ser el dominador del juego y poder sumar ante Huracán, en Parque Patricios. Pero los planes se fueron al tacho desde el inicio mismo, porque el Globo tomó la iniciativa y dominó siempre el partido, para desnudar desprolijidades en el equipo de Garnero, que sufrió goles en el inicio de ambos tiempos y nunca tuvo las herramientas para darlo vuelta.
Porque al Verdinegro le costó salir con pelota dominada, no encontró la descarga ni el juego asociado, por ello abusó del pelotazo y por ende el control y dominio fue totalmente de Huracán, que hería por las bandas en base a una buena distribución en el mediocampo.
Ante este panorama, Huracán se agrandó, creció y el partido se jugó siempre en campo sanjuanino y por eso no tardó en concretar. A los 11’, tras la mala salida de Kruspzky, salió la contra con desborde de Martínez, para el centro que los encontró a los centrales a contrapié y Arraya, con una definición poca ortodoxa (y cierta fortuna) dejó sin chances a Ardente.
El buen pie de los volantes como Capurro y Velázquez fueron acentuando el prolijo trabajo del Quemero, que sobre los 35’ y tras el pésimo pasa al fondo de López, le dio otra contra al local, que terminó con el centro y el frentazo abajo de Milano que contuvo Ardente. Igual, el empate pudo llegar recién a los 42’ tras el centro de Alvarez, pero Mancinelli se la sacó de la cabeza a Barone.
El complemento arrancó igual, con San Martín dormido y Huracán con la misma fórmula del primer parcial ya que a los 4’ anotó el segundo gol: centro de Martínez y frentazo de Arraya.
Del otro lado, a los 12’, llegó el tiro esquina para el potente cabezazo de Hoyos que se fue desviado y sobre los 22’ Alvarez probó de la larga distancia.
No obstante, en cada ataque del Globo parecía que el tercero llegaba. Porque ni con los ingresos de Martínez y Salas, San Martín logró tenencia de pelota y el tiempo se diluyó hasta el final.