La primera mirada es clara: estamos a una serie de otro River-Boca en la Copa Libertadores. Como la serie del año pasado, con escándalo incluido, que definió el torneo en Madrid, España, para el Millonario. Pero no sólo eso quedaría establecido luego de los cuartos de final, sino que al proyectar el cuadro de cada lado se nota claramente como una final con clásico sudamericano entre un equipo argentino y otro sudamericano es más que probable. Sobre todo del lado de los brasileños, ya que ya hay tres clasificados por ese sector y anoche Gremio podía sellar ese póker para asegurar ese país un finalista de esta edición.

Para un nuevo superclásico deben pasar dos cosas: que River supere en su llave a Cerro Porteño de Paraguay y Boca haga lo propio ante la Liga Universitaria de Ecuador. El actual campeón es claro favorito ante el equipo que conduce Miguel Russo debido a su basta experiencia en este tipo de mano a mano y que viene de sacar del camino en Brasil al Cruzeiro, un coloso que sabe mucho de este tipo de certámenes.

No será fácil y más aún sabiendo que definirá la llave en tierras guaraníes. Fue en su reducto y con el aliento de sus hinchas, que Cerro le dio vuelta el partido a San Lorenzo el miércoles para llegar a estar entre los ocho mejores.

Del lado del xeneize, que para esta nueva instancia ya contará seguramente con su estrella de este mercado de pases como es el volante italiano Daniele De Rossi, tendrá enfrente a la Liga y a la altura de Quito, en el choque de ida. Justamente los ecuatorianos se hicieron fuerte en octavos en la ida ante Olimpia (3-1) y luego con el empate en Asunción les alcanzó para sacar el boleto.

Si los dos pasan se verán otra vez las caras a suerte y verdad, con el objetivo de final para los gigantes del país. Se repetiría la semifinal del 2004 cuando Boca pasó en el Monumental, donde solo hubieron hinchas locales, por penales, en una serie infartante y que aún se recuerda por lo emotiva.

Del otro lado del cuadro hay auténticos colosos de Brasil. Flamengo e Internacional van por un cuartos y Palmeiras esperaba anoche a Gremio o Libertad. Flamengo es el equipo que mejor se reforzó de aquel país en este receso y sacó en octavos al Emelec, aunque recién por los penales. El Inter de Andrés D"Alessandro sacó a Nacional. Mientras que Palmeiras le cortó el sueño continental a Godoy Cruz, con un contundente 4-0 en la revancha de Brasil.

Grandes chances de otro River-Boca. Final de argentino y brasileño quizá.