La calle Eva Perón fue la más elegida por el público para apreciar el paso del pelotón, gracias a la gran arboleda que hay a la vera del camino y sobre todo por el kiosco ambulante que improvisaron Roberto Herrera con su hijo Adrián. El cartel que habían colocado decía "Super pancho más vaso de gaseosa: 6 pesos". Esto hizo que más de uno se ubique cerca y así disfrutar de un rico panchito.

"La carrera está muy linda, pero también la venta que estamos teniendo", señaló feliz Roberto mientras preparaba un combo para vender. Los Herrera no se identificaron con ningún ciclista en especial, pero señalaron que mientras les vaya bien con el negocio, estarán en todas las etapas de la Vuelta a San Juan.