En la previa iba ser duro. Complicado. Una especie de revancha para la nacional de la final del mundial de hace dos años, más allá que España fue a Suiza con juveniles y Argentina mechando nombres en su puesta a punto para el torneo ecuménico de septiembre en San Juan. La semifinal de la Copa de la Naciones puso a la Roja y la Albiceleste cara a cara. Dos potencias frente a frente y el partido fue tal. Con generación de juego y opciones claras para anotar, que encontraron a los arqueros (Kenan y Grau) con un desempeño ideal. Por eso lo cerrado del resultado y la definición en el alargue, que con el gol para los europeos en un final del partido en el que tuvieron mucha injerencia los árbitros en favor de los españoles, triunfaron así 2-1. Y una derrota para el equipo de Martinazzo, le primera del torneo, para quedarse sin final y tener que disputar hoy, a las 15 (hora de argentina), el tercer puesto ante Angola (fue superado por Portugal).
El conjunto de Martinazzo tuvo ayer las mejores opciones de gol, aunque recién pudo desequilibrar el marcador en los minutos iniciales del segundo tiempo con el tanto de Lucas Ordóñez. Así, la nacional parecía encaminarse a la final, no obstante los momentos finales fueron determinantes y los árbitros ayudaron a eso. Jordi Ferrer, faltando 4 minutos, lo empató cuando un jugador argentino estaba en el piso. Más tarde los jueces le sacaron azul, en jugada dudosa, a Ordóñez y Argentina se quedó con uno menos. Inferioridad numérica que se trasladó al alargue, momento en el que Rocasalbas le pegó de mitad de cancha para anotar su primer gol del torneo, darle el gol de oro a España y ver como la final se le escapó a la nacional y que ahora tendrá que conformarse con adjudicarse el tercer lugar.

