Controlado. Martín Benítez, volante de Independiente, es bien marcado por Jadson, de Corinthians. El Rojo tropezó de local ante los brasileños y tendrá que ir afuera a ganar puntos.
 

Independiente perdió anoche ante Corinthians, de Brasil, por 1 a 0, en Avellaneda, al cabo de un partido electrizante y parejo, correspondiente a la tercera fecha del Grupo 7 de la Copa Libertadores, y quedó transitoriamente fuera de la zona de clasificación para los octavos de final del certamen.


El triunfo de los brasileños los encaramó en el primer puesto del grupo con 7 unidades, escoltado con 4 por Millonarios, de Colombia, mientras que Independiente y Deportivo Lara, de Venezuela, cierran con tres unidades cada uno. 


El local arrancó mejor, con posesión y profundidad, arrimando siempre peligro hacia la valla de ese buen arquero que es el brasileño Cassio. La visita esperaba en ese primer tiempo con menos elaboración, pero cuando aceleraba era peligrosa dentro de un encuentro muy estratégico, en el que cada paso que decidían los protagonistas eran medidos por la impronta de sus ejecutantes.


Así, a los 19 minutos lo tuvo Silvio Romero pero a los 26 se lo perdió Clayson, cuando ya el partido se había descompuesto y virado a un ida y vuelta permanente entre el flamante campeón del torneo Paulista y el que mejor juega del fútbol argentino.

Las llegadas por entonces ya se sucedían con más o menos justeza y algunas descompensaciones defensivas de Independiente le abrían caminos a los de San Pablo.


Estaba para cualquiera y eso se ratificó en la segunda mitad del partido, cuando se jugó con la misma intensidad y calidad de juego, como un típico partidazo de copa entre argentinos y brasileños.
Los dos manejaban bien los ataques y las contras.


Por eso tras cada buen ataque de uno llegaba un buen contraataque del otro, lo que lo hacía un cotejo de un día y vuelta muy atractivo.


Pero Corinthians seguía ‘tocando‘ al ritmo de Rodriguinho Clayson, por lo que solamente un detalle podía sentenciar la historia hacia un lado u otro.


Y hubo dos en vez de uno: en el primero se equivocó la defensa de Independiente y en el segundo el árbitro uruguayo Daniel Fedorczuk. El resultado de eso fue la derrota para el local.
A los 35 minutos se durmió Fabricio Bustos en un lateral, marcó flojo y le permitió a Mateus Vidal lanzar un centro que Jadson cabeceó al gol anticipándose a Amorebieta y contando además con una tardía respuesta del arquero Martín Campaña, de impecable tarea hasta allí.


Y a los 40 llegó la falla ‘con agravante‘ del árbitro oriental, que ya había ignorado una mano penal en un tiro libre lanzado por Gaibor que rebotó en la barrera, cuando tras otro tiro libre volvió a rematar el ecuatoriano, la pelota rebotó y derivó hacia Romero que anotó en posición lícita, pero Fedorczuk cobró erróneamente posición adelantada.


Era el empate, pero no fue, y ahora el ‘rojo‘ quedó en posición muy comprometida para alcanzar la clasificación.