La nueva edición de la Vuelta a San Juan, la número 35, la de categoría UCI (Unión Ciclista Internacional), la que ha convocado a cuatro de los mejores 18 equipos del mundo, los WTT (World Tour Team) a seis de los 18 conjuntos de la segunda categoría PCT (Profesionales Continentales) a diez de los tercera división CTM (Continental Team) y a cinco selecciones nacionales, se parecerá poco y nada a sus ediciones anteriores, especialmente en varias de las últimas, en las que llegaban escuadras de otros puntos del país, e incluso de otros países para correrla con el objetivo de prepararse para las carreras importantes de sus zonas de influencia.

Equipos visitantes cuyos integrantes no tenían empacho en decir que ‘la Vuelta nos viene bien para sumar kilómetros pensando en...’ y después nombraban la carrera que les interesaba. Y si no se ruborizaban para confesar que su objetivo era el mediato, tampoco tenían vergüenza de agachar la cabeza y reventar sus piernas, trabajando como ‘satélites’, de los equipos sanjuaninos que querían ganarla.

En ese panorama se veían carreras de ‘batallones’ que circunscribían la pelea a uno o dos pedalistas. 
La gran diferencia entre la carrera que comenzará pasado mañana y las otras es que habrá 26 equipos que correrán ‘cada uno pa’ su buche‘, como se decía antes.

A todos les conviene empezar el año sumando puntos ‘gordos’ para los distintos ranking (Mundial y Americano). Por eso será más abierta. No le será sencillo a un equipo controlar todo sin la ayuda de más efectivos.

Además, como la contrarreloj será más corta (13 km) y no se utilizarán esa ‘naves espaciales’ que, aparte de la jerarquía de los especialistas, marcan diferencias (todos deben correrla con las bicicletas comunes a las que se les pueden adaptar los ‘cuernitos’) quien la gane no habrá asegurado la victoria final.

Otro dato a tener en cuenta es que los esfuerzos de montaña que se afrontarán para los europeos, incluso para los embaladores, como el colombiano Gaviria o el italiano Elía Viviani, son solo puertos de ‘media montaña’; razón por la cual si los escaladores no pueden ‘colgarlos’ en los últimos, duros, cuatro kilómetros del ascenso al Colorado, hasta podrían llevarse una sorpresa.

Todos dicen que los WTT están empezando su temporada y vienen en 60 por ciento de su capacidad física. Lo cierto es que son pura sangre del pedal y, como tal, si tienen la más mínima oportunidad no dudarán en pegar el golpe, les sobra calidad para hacerlo, y quedarse con toda la gloria.