La imagen es elocuente, Fernando Muslera, el arquero uruguayo se estira al máximo y logra sacar con la punta de sus dedos esa pelota, que rematada por el más insistente de los franceses, el volante del Bordeaux Yoann Gourcouff, tenía destino de red. Iban 17 minutos del primer tiempo y los subcampeones mundiales le enrostraban su chapa a los herederos de la rica historia del fútbol charrúa. Anteriormente, a los 6 minutos, Sydney Govou se había "comido" un centro rasante enviado por Frank Ribéry. Entre medio, a los 15, Diego Forlán, exigió con un potente remate al guardameta galo Hugo Lloris.
Después, de ese inicio, poco y nada. Francia quiso pero no pudo y Uruguay no quiso ni pudo. El equipo sudamericano terminó con un hombre de menos, ya que fue expulsado Nicolás Lodeiro tras doble amonestación, en la primera tarjeta roja del Mundial.
El desordenado juego ofensivo galo no pudo traspasar la maraña defensiva que tejieron los "celestes" en el área, que optaron por despejar los balones con potentes disparos hacia campo contrario, esperando algún acierto de sus delanteros. Pero Forlán, se movió lejos del arco y Suárez estuvo impreciso.
En el ataque del vigente subcampeón del mundo, tan sólo las eléctricas escapadas de Ribéry por la banda izquierda y los lejanos disparos de Yoann Gourcouff, que probó desde todas las posiciones, inquietaron a Muslera.
Aunque Uruguay desapareció del medio del campo, tampoco los galos lograron ordenar un ataque consistente. Su único punto de referencia arriba, el delantero del Chelsea Nicolás Anelka, estuvo poco efectivo en las jugadas ofensivas, buscando el arco insistentemente sin éxito.
Tras el relativo dominio de los europeos en los primeros 45 minutos, los uruguayos comenzaron la segunda parte presionando más arriba, pero tan sólo Forlán, quien reclamaba más ayuda de sus compañeros, logró llevar algo de peligro al área rival.
En la recta final, el partido subió en intensidad física y perdió el poco control táctico que mostraron ambas partes.
Ambos seleccionados parecían buscar el gol más por intuición y suerte que por táctica, lo que mantiene las dudas que han arrojado ambos entrenadores en su camino hacia la primera copa en suelo africano. Ni siquiera los ingresos de Thierry Henri en Francia y Sebastián Abreu, en los uruguayos, modificaron la situación.
La expulsión en los últimos minutos de Nicolás Lodeiro por doble amarilla tras una dura entrada a Bacary Sagna hizo arreciar los ataques de Francia, que se volcó en tromba contra el área contraria pero sin conseguir franquear el muro del combinado sudamericano.
