Por lo visto ayer en el Bicentenario, River tiene un gran dilema. Porque los comandados por Marcelo Gallardo no consiguieron suplir la ausencia de Lucas Alario. Fue el primer juego sin el delantero que partió al Bayer Leverkusen y el equipo estuvo muy lejos de ser el que demolía a cualquier rival. Sustituir a Alario es el gran problema porque River es lo que se vio ayer. En nombres no hay más. Son esos.

El Millonario fue buscar a Scocco, quien lejos de ser el centrodelantero de Newell"s, retrocedió demasiado, jugó por afuera, y no hubo un referente de área. Y con lo que se apreció ayer, Gallardo deberá buscarle la vuelta rápidamente, sino la Libertadores pasará a mirarla y en el torneo no tendrá el peso y protagonismo que su historia le demandan.

Muy diferente a Boca, que no tuvo a muchas de sus figuras por estar convocadas a las distintas selecciones de sus países como el goleador Darío Benedetto, los colombianos Frank Fabra, Wilmar Barrios y Edwin Cardona y el uruguayo Nahitan Nández.

Ayer quedó demostrado que River es lo que se vio. Que no hay más nombres. Carente de peso ofensivo. Sólo esperando que "Nacho" Fernández y "Pity" Martínez puedan desequilibrar con una individualidad. El Millonario vino a un show y se fue preocupado, Boca sabe que sumando a los ausentes es peligroso.