El estadounidense Floyd Mayweather y el filipino Manny Pacquiao protagonizaron ayer una conferencia de prensa en un marco de “respeto” donde ambos mostraron “confianza” para la pelea del sábado.
El encuentro con la prensa se llevó a cabo en un marco de amabilidad y sin estridencias por parte de ambos protagonistas en el KA Threater ubicado en el MGM Grand Resort de Las Vegas.
“Es hora de luchar ya. Ustedes vinieron aquí para ver la emoción. Para ver un gran evento. Eso es lo que traemos ambos púgiles a la mesa: emoción”, afirmó Mayweather.
“Será la pelea más grande en la historia del boxeo. Y yo soy una parte de ella, así que es una gran cosa. Me siento bien. Me siento fuerte. Se verá el sábado”, prometió “Money”.
“La gente me ha criticado por ser un luchador defensivo, pero antenoche cuando estaba en casa sentado con mi madre y mi hija, me dije: estoy orgulloso de mí mismo”, contó el extrovertido púgil norteamericano.
“Pacquiao sería un mejor peleador si no fuera tan imprudente. Es un regalo y una maldición. Ganó muchas peleas por ser imprudente”, opinó.
“El sábado, antes y después de la pelea, voy a seguir siendo el mejor del mundo. Una lucha no define mi carrera. La gran cosa acerca de mi carrera es que yo soy un hombre de negocios inteligente. Una carrera de 19 años sin castigo en el cuerpo. De eso deberíamos hablar”, apuntó.
En tanto Pacquiao expresó: “Me gustaría invitar a todos a presenciar este sábado una buena pelea. Los dos, Floyd y yo, hemos estado trabajando duro para entretenerlos y hacer una buena pelea. No es nada personal, sólo estamos haciendo nuestro trabajo, haciendo todo lo posible para, el sábado, poner nuestro nombre en la historia del boxeo”.
“Pero lo más importante, espero después de la pelea que podamos tener una conversación con Floyd para compartir mi fe en Dios”, se esperanzó el filipino.

