Sin goles, es misión imposible. Ya no alcanza con los méritos, con arrancar iluminado, profundo, peligroso para terminar aturdido, confundido, inofensivo. Todo eso es hoy San Martín. Todo eso le está pasando factura y lo peor es que lo está desacomodando en el primer objetivo que es meterse en el Reducido. Es que en un mano a mano directo contra uno que estaba por encima como el San Martín Tucumano, el Verdinegro volvió a repetir su historia. Arrancó con todo, hizo figura al arquero Sand en apenas 7 minutos de partido, pero no acertó. No tuvo gol y eso, al final terminaría siendo su castigo. Su condena: 0-0. Es que once contra once, San Martín de San Juan fue mucho más que los tucumanos. Llegó bien, jugó bien, generó peligro pero claro, perdonó en el arco rival y eso lo terminaría convirtiendo en nada. Al minuto, un centro de Bontempo encontró a Sienra en el anticipo para cabecear al piso y exigir a Sand que sacó una pelota imposible. Parecía que el Verdinegro empezaría dulce, porque a los 6′ Arturia armó un jugadón unipersonal para quedar cara a cara con el arquero visitante pero no pudo convertir. Y San Martín seguiría desperdiciando ocasiones. Arturia otra vez, González una más. Así hasta llegar al minuto 31′ cuando Bucca se fue expulsado en el Santo tucumano por doble amarilla. Parecía el escenario ideal para el Verdinegro. Con uno más tenía todo para ganarlo.
En el complemento, llegó la reacción de Monasterio desde el banco y desde el arranque metiendo otro punta, arriesgando todo. Pero lejos de tener esa profundidad que necesitaba para quebrar el ordenado esquema tucumano, San Martín fue entrando en su propio laberinto. Ya no pesó González, se hizo repetido, se hizo inofensivo y si bien alcanzó a inquietar con un remate de Masuero de media distancia y otro cabezazo de Donato, el equipo del Pueblo Viejo fue perdiendo potencia. Se fue entregando a sus propias limitaciones para terminar en un puñado de voluntades que querían pero no podían. Desde el banco, metió todo. Lo que había, el futuro y el presente. Pero ya no había sustento ni contenido en el libreto sanjuanino. Fue ir al frente, buscar todas y lamentar cómo Sand otra vez era figura para taparle el gol al pibe Regalado. No pudo, no supo cómo ganarlo San Martín. De arrancar iluminado, profundo, peligroso terminó siendo presa de sus propias inseguridades. Le volvió a faltar el gol y sin eso, en el fútbol aspirar a cualquier cosa es misión imposible.
Viernes en Temperley
Para San Martín, la semana será corta porque este viernes volverá a jugar y por la fecha 31 de la Zona A, visitará desde las 20 a Temperley. Luego, el miércoles 30 por Copa Argentina jugará en Córdoba ante Argentinos Juniors buscando el pase a una nueva fase.
PARTIDO MÁS QUE HABLADO
Lo que el viento se llevó de San Juan
Alerta Roja, viento zonda infernal y San Juan ardiendo. Ese era el escenario previo al partido contra los tucumanos en Concepción. Un partido más que hablado porque hubo dos reprogramaciones, varias reuniones y mil llamados a AFA directo para recién terminar jugándolo dos horas y cuarenta minutos después de lo inicialmente programado. Es que al comienzo, todo indicaba que se jugaba a las 16.30 pero hubo una primera reprogramación pasándolo a las 18,30. Ahí, la dirigencia Tucumana amagó con no jugarlo y hubo una férrea posición de San Martín de San Juan de jugarlo sí o sí. El árbitro Viñas lo terminó de resolver en el campo de juego, trasladando el inicio a las 19, aunque finalmente arrancó a las 19,15. Mucho manoseo, mucho en juego. El equipo verdinegro insistiendo en su falta de agenda ya que si lo pasaban para este martes, ya el viernes tenía que estar en cancha contra Temperley con viaje incluido y sin querer regalar nada. Para colmo, luego la Copa Argentina. Por eso, había que jugarlo sí o sí este lunes y terminó siendo así aunque para las aspiraciones sanjuaninas, el viento terminó llevándose muchas ilusiones de un equipo que empezó a vivir lo que ya pasó en el Pueblo Viejo en la temporada pasada cuando se quedó afuera de todo habiendo tenido una muy buena producción. Esta vez, la película no se puede repetir.